Cosas inevitables que suceden en los aeropuertos

HAZ TODA LA COLA QUE SE PUEDA

Cosas inevitables que suceden en los aeropuertos

Es fundamental estar ahí cinco horas antes de la partida del vuelo poniendo ya faz de dolor de pies y de lpero cuánto tardanr. La colocación imaginativa de tus pertenencias y de ti mismo en el suelo de la cola y aledaños no es opcional a partir de la segunda hora.

MUÉVELO EN EL CONTROL DE ACCESO

Desnudarte y palparte no es bastante, así que se inventaron los rayos X para hacerlo todo más profundo. Si te lo tomas con la deportividad de una danzarina de lapdance se hace más cortito.

COME COSAS EXÓTICAS DE VERDAD

Las hace el mismo tío que cocina en los aviones, ese tipo de tío que luego sus vecinos dicen que es buena individuo y que siempre saludaba en el ascensor. Se acompaña de un zumito de tomate, algo que a la personas no se le ocurriría beber jamás en vivienda, pero que es surtidor de grandes dramas si se acaba a bordo, se ha extendido a las terminales y sólo esperamos que no salga del aeropuerto.

BEBE BIEN SIN PREGUNTARTE QUÉ

Hay una línea de tipos en la barra de cada aeropuerto bebiendo gintonics en un vaso efímero en el que no caben y preparados, a juzgar por el gusto, a tientas. O esas cosas de colores fosforescentes a las que llaman cóctel y cuyos ingredientes indispensables son, la sombrillita, estancia de kilo de azúcar y diez euros de tu billetero. Estas tropelías se podrían explicar con que sueldo la agencia, pero ni con esas.

EL HÉROE DE LOS ENCHUFES

Hay sólo un conectador en todo el aeropuerto, está en un paraje semiaccesible de la columna misteriosa e ignota situada entre Mordor y la Atlántida. Hay que torsionarse o arrastrarse como en el Vietnam para alcanzarlo, pero va el tío y lo consigue. En lo que todos los aeropuertos se enteran de que llevamos cosas que se enchufan, el tío del portátil somos cualquiera.

PONTE CÓMODO

Tom Hanks es el santo patrón de esos tres tíos con el jersey anudado a los ojos a manera de antifaz y las mochilas alineadas en parapeto o pirámide. Duermen encima o bajo de los asientos de la terminal y airean los calcetines en el respaldo. Es dable que vivan allí.

http://cdn.traveler.es/uploads/images/thumbs/201351/ponte_comodo_4892_630x.jpg Ponte cómodo

D.R.

TEN CONVERSACIONES SIGNIFICATIVAS

Las que venden tarjetas empiezan siempre por una pregunta del tipo l¿vas a volar?r o l¿te gustan las cosas bonitas?r. Es una emboscada, y te han vuelto a pillar con su astucia, diáfano que te gustan, maldita sea, y por culpa de eso vas a tener que aguantar una chapa de media hora y comprarles lo que sea.

HAZTE AMIGO DE LA PANTALLA INQUIETANTE

La última vez que estuve en la T4, Iberia había instalado un sistema de fabricación que incluía unas azafatas maniquíes con faz de pantalla. Te seguía con la ojeada a donde quiera que fueras. Lo comprobé tantas veces como pude andando de un costado para otro. Lo comprobé hasta un minuto antes de que se me acercara alguien a ver por qué hacía cosas sospechosas en un aeropuerto. Lo comprobé una y otra vez y ella no dejaba de mirarme. Creo que sigue allí, mirándome.

http://cdn.traveler.es/uploads/images/thumbs/201351/hazte_amigo_de_la_pantalla_inquietante_784_630x.jpg Hazte amigo de la pantalla inquietante

D.R.

INICIA UNA REVUELTA

Hay dos cosas en los aeropuertos que han creado más antisistemas que el movimiento okupa: los retrasos y cancelaciones y el euro y ámbito extra que te cobran por asombroso en el metro en la T4 de Barajas.

PRESÉNTATE A UN CÁSTING

La cola del taxi es un certamen de misses. El jurado son los taxistas y la puntuación de deseabilidad se obtiene calculando variables como el cifra de maletas, la faz de despistado o lo guiri que parezcas.

VUELTA ANTES DE VOLAR

Los aeropuertos son no lugares, espacios de circulación a los que nadie siente que pertenezca. Por si tu jet lag, los pasillos borgianos y el pacto maquinal con los empleados no te lo hubieran acto notar, la iluminación, diseñada para un platillo volante, lo subraya con el toque concluyente de irrealidad.

LA CINTA ES UNA TÓMBOLA

Su compás hipnótica está hecha para que cuando la tuya salga la última y con más bollos que Panrico ya te dé todo idéntico.

JUST DO IT

Cuando te agachas a recoger el corazón en medio de la carrera para alcanzar tu conexión en Munich es ecuánime cuando ves ese letrero que indica que tu puerta de embarque está sólo a 37 minutos de allí. Si no corres es que es como si no fueran unas vacaciones de cierto.

DESCUENTOS A TU CUENTA

Las van convirtiendo en lugares de marcha obligatorios y así te facilitan el preguntarte cómo es dable que, si te descuentan las tasas, todo siga costando el doble que en la vía, a unos metros de allí.

DIÓGENES ADUANERO

Se supone que hay unas leyes que regulan lo que embarca y lo que desembarca. En la práctica, la impresión es la de que los aduaneros tienen un síndrome de Diógenes que ídem la toma con un par de botellas de ginebra que con una tabarra de foie, un perfume, un cuchillito de postre o un bidoncito de carburante que qué desperfecto va a hacer. No es ecuánime.

LA MEGAFONÍA

En el aeropuerto de Frankfurt se les estropeo la megafonía y se dieron abalorio de quetodo funcionaba más efectivamente así y la personas se liaba menos. Ahora ya no te nombran con lo de lúltima llamadar y los 15 minutos de renombre aeroportuaria hay que currárselos más, tipo Melendi.

http://cdn.traveler.es/uploads/images/thumbs/201351/tom_hanks_santo_patron_de_los_aeropuertos_3336_630x.jpg Tom Hanks, santo patrón de los aeropuertos

D.R.

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